Recuerdo que una vez mi maestro de Periodismo nos habló acerca del tiempo de vida de una noticia, ésta, al igual que un producto perecedero caduca. Una vez transcurrido su periodo el suceso se transforma y lo que en un principio resaltó, ahora es historia.
Con forme pasan los minutos, el hecho evoluciona y de esta forma la noticia se mantiene actual; reflejando lo novedoso, divulgando un hecho.
En esa clase el profesor nos dijo que este por mucho tiene vigencia de hasta 72 horas.
Hoy cuestiono ese tiempo. Y es que bastan unos cuantos segundos para que la noticia ya no lo sea, mientras es transmitido en tiempo real.
Toda noticia debe responder a las preguntas ¿Quién?, ¿Qué?, ¿Cómo?, ¿Cuando? y ¿Dónde? cumplir con su función de informar y con ello transformar la realidad que se vive, generar crítica y también demanda.
Los líderes de opinión enfrentan el reto de explicar el hecho en un corto tiempo; dar una respuesta a la sociedad que está necesitada de información, de conocer qué está pasando.
Las diferentes plataformas de comunicación que hoy existen nos han llevado a poder dar una continuación al hecho que minuto a minuto va evolucionando.
Es por eso que mientras estamos en una fiesta o en el cine podemos seguir el proceso de la noticia, no nos atrevemos a desconectar nuestros teléfonos celulares del internet; existe una necesidad por conocer el proceso de la noticia donde entra también la desinformación. Estas plataformas nos ofrecen una infinidad de sitios que nos da la oportunidad de contrastar.
La actualidad de la noticia radica hoy en día en el sin fin de sitios de información: portales, escritores, periodistas, políticos a quienes seguimos para conocer el tema de nuestro interés, saber o no quién es el ganador del Tour de France o cuál es el número de mujeres desaparecidas en el estado.
Denunciar el mal servicio del transporte público, los excesos de gastos del gobierno en elefantes blancos, la trata de personas y el abuso a los derechos humanos.
De esta forma la ciudadanía activa es generadora de la noticia, de aquellos hechos que le incumben y por consecuencia de la agenda de la política y de los medios de comunicación convencionales.
Sin embargo hay prácticas que nunca cambian y es que los medios tradicionales más que informar distrae a la población de los temas locales que le atañen, se callan muchas veces por algún precio y muchas más por autocensura.
Pero no sólo los medios convencionales, radio, televisión son dueños de la información. Basta que se tenga un portal para que sea uno quien genere la noticia, quien de a conocer un hecho.
La actualidad de la noticia brinda el espacio para que activistas, colectivos o el solo una ciudadano pueda dar a conocer lo que necesita.
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